Regreso al tren (con fantasmas)

Otra vez la atmósfera tragicómica del tren. Algo ha cambiado porque el cambio es nuestra forma de mundo. Vida es cambio. No me detengo en el pasar de las estaciones. ¿Estuvieron ahí: Moreno, Paso del Rey, Merlo, Ituzaingó? No lo sé, no las ví. ¿Estaban los vendedores hartos de su labor y, en su fatiga, abandonaron su poder de captación? O será tal vez que yo me harté de ellos. Los veo llegar, armar su acto, vociferar y marcharse. Muchos exageran y hasta engañan, traspasando las leyes del buen comerciante (si las hubiera); o de la simple honestidad ordinaria. Todo en pos de lograr colocar el producto que tal vez les tocó en suerte.

Yo escribo y quizá también mienta, también engañe y, lo peor, sólo por mantener mi salud mental. Por liberar los fantasmas que me visitan y que, ellos sí, continúan invariables viviendo en las paredes de este tren.

Ciudadela.


OCTUBRE 2009

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